Nuestra fábrica recibe casi diariamente la materia prima de nuestra producción: los Cerdos de Bellota Ibéricos y de Cebo de Campo Ibéricos que seleccionamos una vez han completado su estancia en las fincas donde crecen y se alimentan o en las dehesas en el caso de la montanera de bellota. Ahí procedemos a poner en práctica todo el saber hacer adquirido durante más de 130 años para producir nuestros jamones y embutidos Ibéricos.
JAMONES Y EMBUTIDOS IBÉRICOS
Sabores Ibéricos de Siempre
Como primer paso de su producción, todos los jamones y paletas ibéricos Casa Cheti se seleccionan cuidadosamente justo antes del primer paso de su producción, el salado. Este proceso se realiza igual que hace un siglo aunque en la actualidad empleamos Sal Natural de las Salinas de Torrevieja. La situación privilegiada de Guijuelo, rodeada por la sierra de Gredos, la sierra de Béjar y la sierra de Francia, nos asegura unos inviernos largos y fríos y unos veranos cálidos, secos y breves. Por eso, el Jamón Ibérico de Casa Cheti permanece en la sal durante menos tiempo que el de Jabugo u otra Denominaciones de Origen. El resultado es un producto menos salado, famoso por tener incluso un primer ataque en boca «dulce». Así, surgen en pleno los sabores y aromas del Jamón Ibérico que en otros casos la sal esconde.
Una vez completada esta primera fase, el Jamón Ibérico pasa en primer lugar a los secaderos para completar sus fases de asentamiento y secado. Estas dos fases, esenciales para el correcto curado del jamón suelen durar 12 meses al final de los cuales los Jamones y Paletas pasan a la bodega.
La maduración en bodega, durante un mínimo de 24 meses más, tiene sobre el Jamón Ibérico el mismo efecto que el tiempo y la bodega producen en los grandes vinos y quesos: El afinado. El silencio, la temperatura y la humedad controladas, le van confiriendo de forma natural su riqueza en aromas, sabores y textura final.
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